Fue una experiencia muy positiva desde todo punto de vista, porque nos permitió profundizar en nuestra propia interioridad y descubrir las características de personalidad, virtudes y defectos, para tomar conciencia de la necesidad de revisarnos y de reflexionar sobre nuestra vida. Tratar de fortalecer lo positivo que hay en cada uno y luchar contra nuestras limitaciones. Todo esto, a la luz de la Fe en el Señor de la Vida, que nos ama incondicionalmente. En este curso, fuimos guiados con gran sabiduría por el Padre Eddie Mercieca, sacerdote jesuita que es gran autoridad en el tema. Junto a él estuvo colaborando el Padre Larry Yévenes. La metodología empleada fue de clases expositivas y trabajos grupales. Otro aspecto destacable de esta experiencia fue que pudimos compartir con los docentes de Curicó y estrechar lazos de amistad. En un gesto que agradecemos sinceramente, fuimos invitados cada día a almorzar a sus casas y esto nos permitió crecer en cercanía y afecto con educadores Maristas que comparten nuestra misión de Evangelizar Educando. Al concluir el curso, los rectores de ambos colegios, señores Claudio Arellano y Claudio Castillo, agradecieron al Padre Mercieca y al Padre Yévenes su aporte a nuestro proceso de crecimiento y destacaron el compromiso de ambas comunidades educativas con el Plan Apostólico Provincial; posteriormente, dos educadoras, una de cada colegio, entregaron una hermosa manta a los sacerdotes, como muestra de aprecio y agradecimiento.