La celebración del
Día de la Solidaridad comenzó la semana pasada en nuestro Colegio,
cuando en un ambiente muy cálido recibimos a un grupo de
peregrinos del Hogar de Cristo que venían desde el Sur, quienes
quisieron compartir con las alumnas y alumnos su experiencia de
tantos kilómetros recorridos para dar testimonio de solidaridad a
todo el país. Se reunieron con alumnos del Segundo Ciclo y de la
Educación Media y posteriormente compartieron un desayuno con
integrantes de la Cordada de Marcha Sarmientos de Vida, el
Director de Pastoral y nuestro Rector.
Posteriormente, el
miércoles 18 de agosto, nuestro Colegio celebró el Día de la
Solidaridad, en conmemoración del Beato Padre Alberto Hurtado.
Este sacerdote chileno, que próximamente será canonizado,
representa un verdadero modelo que con su ejemplo nos invita a ser
cada día más generosos y sensibles frente a la cruda realidad de
la pobreza. La ocasión permitió también
Cada Ciclo programó actividades solidarias que fueron asumidas con
mucho entusiasmo por nuestras alumnas y alumnos, conscientes de
que la solidaridad no es cosa de palabras, sino de acción
inspirada por el Evangelio que nos invita a ver en el pobre el
rostro de Jesús.
Los alumnos de
Educación Media se desplazaron durante la mañana completa a
diversas instituciones de la ciudad, donde realizaron trabajos
concretos de mejoramiento y se vincularon directamente con el
mundo del dolor y de la pobreza. Por su parte, los alumnos del
Segundo Ciclo elaboraron diferentes materiales, con ayuda de mamás
apoderadas, para aportar a los hogares y escuelas comprometidos
con el Proyecto 14. Los alumnos del Primer Ciclo, por su parte,
acogieron en nuestro Colegio a las escuelas que han apadrinado
para desarrollar el Proyecto 14. Por cierto, cada curso fue
acompañado de manera entusiasta por su respectivo profesor tutor.
Tenemos clara
conciencia de que la solidaridad debe ser permanente, pero de esta
manera quisimos realzar la significación de este Día, que quedará
grabado en los corazones de todos nuestros alumnos como un día en
que fuimos capaces de dar con amor, sin esperar recompensa.