Lo dieron todo y nos preguntaron durante todo
este año hasta donde llegaba nuestro amor por los demás. Con una
bella ceremonia religiosa realizada en la Parroquia El Carmen de
San Fernando, la comunidad marista recordó a los Hermanos
Mártires Maristas fallecidos el 31 de octubre de 1996 en Bugobe,
Zaire, mientras cumplían una misión de amor en beneficio de los
refugiados en Nyamirangwe, especialmente al Hno. Fernando de la
Fuente, quien fuera rector de nuestro Instituto durante 1995 y
1996, desde donde partió hasta el lejano África para cumplir su
última gran misión.
La ceremonia religiosa, en la que los profesores
de nuestro Colegio participaron en el coro, fue presidida por el
Vicario para la Educación de la Diócesis de Rancagua y Capellán
de nuestro Instituto, Padre Héctor Fuentes.
Nicolás Crocce, Coordinador de Pastoral, en la apertura de la
misa, relató pasajes escritos por el Hno. Fernando, donde dejaba
testimonios de su misión: Esto ha sido para mi una gracia del
Señor, pues me ha permitido descubrir mundos que jamás pensé
encontrar... pasando raudos los días entre soles y tormentas,
lejos del mundo, mirando los pequeños brillos de esperanza que
existen en el pobre y despreciado refugio.
En la primera lectura, participó el Hno. Pedro
Herreros, ex Alumno de nuestro Instituto y Consejero General de
la Congregación Marista.
Durante el Evangelio, el prelado relató el episodio en el Jesús
hace que Bartimeo, un ciego, vuelva a ver luego de pedirle al
Señor insistentemente ante una muchedumbre que le hacía callar
sus súplicas.
En su homilía, el sacerdote relacionó el episodio relatado en el
evangelio según San Marcos 10, 46-52; con la pregunta ¿qué le
pedimos al Señor hoy Poniendo énfasis en la capacidad de
descubrir lo esencial de nuestras vidas, que es el verdadero
amor entregándose a los demás, tal cual lo hicieron los hermanos
mártires hace 10 años en Bugobe, Zaire.
Luego de la Oración Universal, se presentaron las
ofrendas. Allí, la Pastoral Social llevó hasta el altar un
retablo de las mediaguas construidas durante el año por los
profesores, alumnos y apoderados. El Centro de Alumnos llevó una
imagen del Hno. Fernando. Juan (#)Bucarey, presentando a los
auxiliares, llevó un delantal ejemplificando y ofrendando la
importante labor que realizan, al igual que los administrativos
que a través de Luz María Erazo, llevaron un cuadro de fotos.
Los grupos Marcha, Scout y Gama llevaron signos identificatorios
de su labor, mientras que la Pastoral de Apoderados representada
por la familia Gutiérrez Contreras llevó hasta el altar el pan y
el vino.
Acto seguido de la Comunión, nuestro Rector,
Claudio Arellano Cortés, en la Acción de Gracias, relató la
experiencia vivida por los Hnos. recalcando la importancia de su
ejemplo de amor. Hoy damos las gracias al señor por el regalo
de estos Hermanos Mártires. Ellos son para nosotros fuente de
vida, ejemplo diáfano del cristiano que renuncia a si mismo para
entregarse a los demás. Luego agradeció a Dios por el valor de
nuestro Hermano Fernando de la Fuente, quien desde su condición
de Rector de nuestro Colegio, escuchó el llamado del Padre Dios
para abandonarse a su voluntad.
Finalmente, nuestro rector agradeció al Señor por
enseñarnos que desde la injusticia, el dolor, la corrupción, el
hambre, la violencia y la muerte es posible sembrar semillas de
Evangelio y hacer surgir luz de vida. Las palabras de nuestro
rector tuvieron como final una presentación realizada por la
Congregación Marista con imágenes de la presencia de los
Hermanos Mártires en Zaire, donde lo entregaron todo. En Zaire,
donde dieron hasta su vida por amor.
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