La misión de formar "Buenos cristianos y virtuosos
ciudadanos", ha sido la hoja de ruta de la congregación de
hermanos maristas en su labor educadora.
Los HERMANOS MARISTAS son una comunidad religiosa de educadores;
un grupo de hombres consagrados que, en seguimiento de Cristo,
pretenden dar testimonio del amor de Dios, mediante el amor y
servicio a los hombres, llevando a cabo una misión apostólica y
universal en favor de la Iglesia y el Mundo.
El pasado viernes, el Instituto San Fernando,
perteneciente a la congregación, celebró el acto oficial de sus
75 años con alta concurrencia de distintos estamentos de la
comunidad sanfernandina. En sus bodas de diamante, el colegio
católico ha sido la cuna intelectual y filosófica de numerosas
generaciones que han contribuido al desarrollo de la ciudad, la
región y el país.
Durante la ceremonia se efectuó un reconocimiento especial a dos
profesores que cumplieron 25 años ejerciendo su labor pedagógica
en las aulas del instituto. De manos del rector del instituto
Claudio Arellano, fueron homenajeados los docentes, Miguel Ángel
Ormazábal Muñoz y Luis Guillermo Escudero Escobar.
Recordando al Hno. Fernando de la fuente
En octubre se cumplirán diez del martirio del Hno. Fernando de
la Fuente, antiguo rector del Instituto San Fernando. Y en el
acto se hizo un especial recuerdo, a quien dejó su cargo para
iniciar la misión de paz en el campamento de Nyamirangwe, en
Zaire (hoy Congo), donde fue asesinado el 31 de octubre de 1996,
junto a otros tres hermanos maristas que formaban parte de la
comunidad presente en el lugar: Miguel Ángel, Julio y Servando.
Con justicia se habla de martirio al referirse a
los hechos ocurridos en aquel país. Pese a que el uso del
vocablo mártir, no implica en ningún momento el significado
canónico o litúrgico, es usado en el sentido popular de personas
que son capaces de morir o padecer mucho, por ser fieles a sus
ideas y convicciones personales o a sus compromisos de servicio
al prójimo. Los cuatro hermanos, incluido el Hno. Fernando, no
abandonaron nunca la comunidad en Nyamirangwe. No claudicaron.
Su vida, su historia, es seguida por muchas personas que han
elegido seguir su senda misionera, su obra de amor.
El ejemplo de vida del Hermano Fernando de la
Fuente, y de sus hermanos mártires, es fruto de admiración
dentro de la orden marista en todo el mundo. En el Instituto San
Fernando, su presencia es destacada. Los patios que lo vieron
caminar, guardan hoy el recuerdo de una persona que entregó su
vida y su obra en beneficio de la humanidad.
Ellos no eligieron la muerte, pero como sucedió a miles,
murieron víctimas de un capítulo vergonzoso y maligno de la
historia de la humanidad.
Así, la obra de San Marcelino Champagnat, padre
fundador de la orden Marista y el ejemplo de entrega de los
cuatro mártires de Zaire, forman parte de la historia Marista,
una rememoración necesaria para pensar en el futuro.
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