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El día que recibí el cuerpo de Cristo
Por
Instituto San Fernando .
Publicado:
28 Agosto 2006
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Cincuenta y siete alumnos de nuestro Colegio, y tres apoderados, recibieron el sacramento de la Primera Comunión en una ceremonia marcada por momentos de profunda emoción y que de seguro serán inolvidables en la vida de padres y alumnos.


Fueron nuestros alumnos de quinto básico los protagonistas principales, en un salón de actos colmados de papás, mamás y familiares que no se querían perder la ceremonia donde las niñas y niños del ISF recibieron por primera vez el cuerpo y la sangre de Cristo. La celebración eucarística fue presidida por el Capellán de nuestro Colegio, Padre Héctor Fuentes, quien fue acompañado por el Superior de la Comunidad de Hermanos, y Vicerrector de nuestro Instituto, Hno. Humberto Carrasco.

La ceremonia ocurrió en un marco de sincera emoción de parte de familias que acudieron a la consagración del sacramento de la Primera Comunión. En su homilía, el padre Héctor Fuentes, resaltó el significado del sacramento que las niñas y niños estaban a punto de recibir, hablándole a los niños de sus realidades como hijos, hermanos, amigos y estudiantes Maristas. Los alumnos escucharon con atención. Fue Dios quien hablaba a través del sacerdote y sus palabras sonaron fuerte en el alma de los pequeños.

Luego vino la renovación de las promesas bautismales, donde tanto los niños como sus padres reafirmaron su fe. Aquí los niños encendieron sus velas declarando su renuncia a Satanás, a sus seducciones y a sus obras. La liturgia eucarística trajo consigo el momento más solemne de la misa. En la consagración, Dios se hizo presente y manifestó su gran amor aceptando nuevamente el sacrificio de su Hijo para que los niños que hacían su Primera Comunión llegaran a estar estrechamente unidos a Él. Acto seguido ocurrió la comunión, donde los niños pudieron recibir el Cuerpo de Cristo, finalizando así una larga etapa de catequesis, preparándose para asimilar la etapa tan importante que iban a vivir. A la afirmación de “El Cuerpo y la Sangre de Cristo”, que pronunciaba el Padre Héctor Fuentes, uno a uno los pequeños fueron respondiendo “Amén”, recibiendo la ostia y el vino consagrado. Papás también dijeron Amén.

Un momento de intensa emoción se vivió cuando tres apoderados de la catequesis familiar realizaron por primera vez su Primera Comunión. El hecho fue destacado por la profesora de nuestro Instituto y catequista de papás, María Inés Arzani: “es relevante para mí y como catequista, ver a tres personas haciendo su Primera Comunión, con todo lo que para ellos significa”, sostuvo la educadora. “Algunos apoderados me resaltaron la importancia de esto como un proceso junto a sus hijos y también un proceso personal a través de la catequesis. Emociona ver el encuentro personal que se produce con Dios, y esto habla del éxito de la catequesis familiar”, concluye Arzani. En la ceremonia estuvo presente el Rector de nuestro Colegio, don Claudio Arellano Cortés, así como también todo el Consejo Directivo. En sus palabras nuestro Rector recordó una carta del Papa Juan Pablo II del año 1994, en la que el recordado Santo Padre señalaba que el sacramento de la Primera Comunión era el más importante, porque se reitera en la vida del cristiano y, además, está íntimamente relacionado con la institución de la Eucaristía la noche previa a la Pasión, durante la última cena Finalmente, y mientras el coro dirigido por la Profesora Francisca Mena hacía gala de su calidad, los menores se retiraron entre aplausos de un Salón de Actos que vivió una jornada memorable, donde padres e hijos reafirmaron su fe y recibieron el Cuerpo de Cristo.
 
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