El pasado viernes
11 de Julio, cincuenta y cinco jóvenes alumnos de nuestro
Instituto recibieron el Sacramento de la Confirmación.
La
Celebración fue presidida por Monseñor Alejandro Goic Karmelic,
Obispo de nuestra Diócesis, quien estuvo acompañado por el
Párroco Cristian Catalán y el Diácono Gustavo González.
Los estudiantes, en su mayoría pertenecientes a
tercero medio, culminaron así su proceso de preparación a este
Sacramento que, junto al Bautismo y la Eucaristía, marcan la
iniciación cristiana adulta en la FE e incorporación a la
Comunidad Cristiana.
En su Homilía, Monseñor Alejandro Goic, invitó a los jóvenes
confirmados a seguir el camino de Cristo, a imitarle en el
camino de Evangelización, a cimentar su propia FE con la
Eucaristía permanente y tener las ganas de servir a niños,
adultos y ancianos, con obras de bien, especialmente en los
lugares más abandonados. Les llamó a hacer camino de santidad
con las obras del día a día, en las familias, en el colegio, a
reproducir lo que San Alberto Hurtado y Santa Teresa de los
Andes hicieron por Cristo y en el nombre de Cristo.
La Ceremonia, que resalta por sus Ritos, se vivió con silencio,
respeto y participación por parte de toda la Asamblea,
familiares, amigos y educadores que fueron testigos de este gran
paso que nuestros jóvenes dieron en el camino de la FE.
El Señor Rector, don Claudio Arellano Cortés, presentó los
Confirmandos que optaron por este paso de amor en el seguimiento
de Cristo a Monseñor Goic, indicando que estaban preparados para
ser ungidos por el Espíritu y que así también lo avalaban los
Catequistas que dan cuenta de este proceso de Catequesis, Srtas.
Ma. Fernanda Ortega, Carmen G. Zamora, Sra. Bernardita Moreno,
Hno. Humberto Carrasco y los Sres. Walter Muñoz, Francisco Díaz
y Nicolás Crocce. El Pastor Alejandro respondió a esa
presentación aceptando a estos jóvenes en la Comunidad Cristiana
y procediendo a confirmarles en la FE.
Este pequeño paso que han dado estos jóvenes es sin duda un gran
paso más para llegar a ser los buenos cristianos y virtuosos
ciudadanos que el Padre Champagnat soñó desde que dio inicio a
la Congregación de los Hermanos Maristas de cuya herencia hoy
somos los responsables.
La ceremonia en conjunto estuvo plena de la Gracia de Dios, la
participación de los jóvenes, el Coro que dio un marco de
espiritualidad, la palabra y la presencia de Monseñor Alejandro,
la presencia de los padres y padrinos, la compañía de los
educadores maristas, nos permite confiar en que estos
Confirmados serán un signo vivo de la presencia de una Iglesia
viva, justo ahora en que nuestro Pastor nos convoca a participar
en el Segundo Sínodo.
Que Jesús, María, la Buena Madre y San Marcelino les guíen
siempre en su camino de amor cristiano.