En estas imágenes
y escrito queremos dejar testimonio de nuestro agradecimiento al
Rector, don Claudio Arellano C. por su entrega sin pausa a la
obra educativa Marista de San Fernando.
Sin duda que su paso por este Establecimiento dejará una
profunda huella, no tan sólo por las grandes obras que se
realizaron en su periodo, sino también por su calidad humana,
dedicación y compromiso con la educación Marista.
Es el momento de su despedida, para comenzar en
otro Establecimiento Marista, tal como llegó a nuestro Instituto
en el año 2002. Lleno de sueños y proyectos que para algunos
eran imposibles de realizar. A decir verdad, nada es imposible;
cuando se quieren obtener metas, estas se logran; fue lo que
todos aprendimos con nuestro Rector.
Quienes trabajamos en este Colegio podemos ver el
crecimiento que este ha tenido en su periodo; de igual forma y
en son de agradecimiento por su gestión, queremos reconocer su
amistad, su cariño y su enseñanza. Frutos que de una u otra
manera nos enseñan a hacer mejor las cosas y a entender que
cuando se trabaja en un colegio Marista, lo más importante es
estar cerca de Dios. Aprendimos que lo más
significativo en la vida es contribuir en beneficio de los
demás, más aún cuando se tiene la difícil misión de educar; se
educa cuando se entregan valores y se enseña a nuestros niños a
ser cada día mejores; este es el camino de la siembra marista,
guiados por la Buena Madre y nuestro Santo Fundador San
Marcelino.
... y que el camino que hoy sigue sea el mejor
para Ud. y familia junto con la bendición de nuestro Dios...