Esta semana ha sido un tiempo de viva reflexión y fiesta en torno a la valoración de nuestro llamado: “La Santidad”. Para que esta visión de la vocación pudiese tener mayor claridad, invitamos a nuestro Pastor diocesano Mons. Alejandro Goic K. quien compartió con los niños de kínder y con los jóvenes de enseñanza media. Así, con su llamado a los estudiantes maristas, se abrió paso a la celebración de la semana vocacional.
Entre las actividades realizadas en la semana vocacional se encuentra la oración que cada profesor motivo en las aulas de nuestra colegio, la oración familiar por las vocaciones, y, entre las más las potentes manifestaciones de la vocación, se encuentra la visita que algunos apoderados dieron a los cursos para contarnos el testimonio de su discernimiento vocacional hacia la profesión y su vida matrimonial.
La semana vocacional fue cerrada con el tren de las cuatro tiendas que simbolizaban los elementos más importantes de la espiritualidad de nuestra congregación (1° Llamado a ser sacerdotes, 2° amor a la Buena Madre, 3° Montagne, y 4° La mesa).

Ser marista es más que formar parte de un colegio. Ser marista es ser miembro de una familia que ama a Dios y que busca seguir sus huellas al estilo de Champagnat y de nuestra Buena Madre.
… El mundo necesita de personas valientes que den sus vidas para ofrecerla al servicio de sus hermanos. Atrévete sigue el camino.